Triaje

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Una señal de protocolo de intervención, o triaje, en una sala de emergencias mexicana.

Triaje es un método de selección y clasificación de pacientes, empleado en la medicina de emergencias y desastres. Evalúa las prioridades de atención, privilegiando la posibilidad de supervivencia, de acuerdo a las necesidades terapéuticas y los recursos disponibles. Trata, por tanto, de evitar que se retrase la atención del paciente que empeoraría su pronóstico por la demora en su atención. Un nivel que implique que el paciente puede ser demorado no quiere decir que el diagnóstico final no pueda ser una enfermedad grave, ya que un cáncer, por ejemplo, puede tener funciones vitales estables que no obligue a ser visto por un médico con premura. Por tanto, evalúa el riesgo inmediato de muerte y las posibles complicaciones derivadas de la espera. En situaciones de demanda masiva, atención de múltiples víctimas o desastre, se privilegia a la víctima con mayores posibilidades de supervivencia según gravedad y la disponibilidad de recurso.

Ante una demanda masiva los servicios sanitarios pueden llegar a colapsarse, por lo cual, si existe un nivel inicial de triaje que puede ser realizado por personal no sanitario o por bomberos en el lugar del incidente o en el área de rescate, se facilita la priorización de la asistencia sanitaria.

Existen diferentes métodos de triaje: Un método sencillo, eficaz y rápido es el método SHORT, que tiene una alta especificidad y sensibilidad. El primer triaje se realiza en el lugar del incidente o en lugar de rescate, el segundo en el puesto de asistencia sanitaria y el tercero en el hospital. Se utilizan tarjetas con colores para identificar la prioridad en la asistencia y en el traslado al siguiente nivel asistencial, que de menor a mayor prioridad serían de color negro, verde, amarillo y rojo. El significado mnemotécnico de SHORT en castellano corresponde a Sale caminando, Habla sin dificultad, Obedece ordenes sencillas, Respira y Taponar hemorragias. Si la víctima puede caminar se clasificaría como verde, si la víctima habla sin dificultad y obedece órdenes sencillas se clasificaría como amarillo, si la víctima respira y tiene signos de circulación se clasificaría como rojo y si no los tiene como negro, es decir víctima fallecida o con mínima prioridad por lesiones incompatibles con la vida, por ejemplo una exposición cerebral. En cualquiera de los casos hay que taponar todas las hemorragias que parezcan importantes y reevaluaremos periódicamente la eficacia del taponamiento.

El triaje debe ser rápido para poder evaluar a las múltiples víctimas, con una duración aproximada de 18 a 30 segundos, y la asistencia inicial es mínima, solamente se realizan tres actuaciones: el taponamiento de la hemorragia, la colocación en la posición lateral de seguridad y la apertura de la vía aérea.

Bibliografía[editar]

VV.AA.: Enciclopedia práctica de Medicina del Trabajo. INSST.