Suelos de los locales de trabajo
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Los suelos de los locales de trabajo deberán cumplir, desde el punto de vista de la seguridad en el trabajo, con una serie de requisitos como ser fijos, estables y no resbaladizos, y no presentar irregularidades ni pendientes peligrosas. Es muy importante mantener una correcta iluminación del suelo. Para evitar resbalones y tropiezos, deben mantenerse expeditos y recogerse cualquier derrame justamente después de haberse producido. La utilización de diversos colores o texturas para diferenciar zonas en el centro de trabajo puede favorecer la prevención de caídas.
Características de una superficie de trabajo segura[editar]
- Resistencia mecánica, tanto a los elementos fijos pesados como a los vehículos que circulen por el local.
- Resistencia a productos químicos empleados en el lugar de trabajo y drenaje que permita su evacuación.
- Ubicación y resistencia a los factores ambientales (lluvia, temperaturas extremas...).
- Características disipativas de cargas estáticas.
- Condiciones de confort, entre las que destacan la absorción de ruidos y vibraciones y la baja conductividad térmica.
- Resistencia al deslizamiento: se consigue no solo por una acertada elección del material sino también por un correcto mantenimiento y su limpieza y posterior secado.
Legislación[editar]
Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, sobre lugares de trabajo.