Desinfectante
(Redirigido desde «Desinfectantes»)
Ir a la navegación
Ir a la búsqueda
Un desinfectante es un agente químico, o una mezcla de varios, que destruye o inhibe el crecimiento de microorganismos patógenos en fase vegetativa, pero no en forma de esporas, y que se aplica de forma exclusiva sobre superficies u objetos inanimados.
Ejemplos de desinfectantes son el ácido peracético, el peróxido de hidrógeno, el glutaraldehído, el formaldehído, el ortoftaldehído y el hipoclorito sódico.
Tipos de desinfectantes[editar]
- Desinfectante de nivel alto: agente que es capaz de destruir todas las formas vegetativas de microorganismos, pero no las esporas bacterianas cuando están presentes en cantidad elevada. El uso de una substancia como desinfectante de nivel alto requiere tiempos de contacto relativamente cortos (de diez a treinta minutos). Estas substancias tienen capacidad esterilizante cuando se utilizan en concentraciones adecuadas y se dejan actuar durante un tiempo suficiente, por ejemplo, de seis a diez horas. Están formulados para su uso en dispositivos pero no para superficies (suelos, superficies de trabajo, etc.).
- Desinfectante de nivel medio: agente que es capaz de destruir todas las formas vegetativas bacterianas, incluidos los bacilos de la tuberculosis, los virus lipídicos y algunos de los no lipídicos y los hongos, pero no las esporas bacterianas. Su uso está indicado para la desinfección de superficies de trabajo y como parte de los detergentes germicidas usados en la limpieza.
- Desinfectante de nivel bajo: agente que es capaz de destruir todas las formas vegetativas bacterianas (excepto los bacilos de la tuberculosis), los virus lipídicos y algunos de los no lipídicos y algunos hongos, pero no las esporas bacterianas.
Posibles riesgos de los desinfectantes[editar]
- Toxicidad por inhalación, por ingestión y en contacto con la piel.
- Quemaduras.
- Efectos cancerígenos.
- Sensibilización en contacto con la piel.
Medidas preventivas frente a los riesgos por exposición a desifectantes[editar]
- Eliminación del riesgo siempre que sea posible (compuestos fenólicos, diluciones de lejía o glutaraldehído).
- Los puestos de trabajo deben tener una buena ventilación general y campanas de extracción localizada.
- Los recipientes con formaldehído deben cerrar herméticamente.
- Reducir al mínimo los tiempos de exposición.
- Deben realizarse controles periódicos de los niveles de contaminación ambiental.
- Se emplearán equipos de protección individual específicos para cada operación: mascarillas, guantes adecuados (nitrilo, neopreno, PVC...), gafas o pantallas protectoras.
- La ropa de trabajo contaminada con el desinfectante se debe quitar y almacenar en contenedores cerrados hasta su eliminación o lavado.
Bibliografía[editar]
FREMAP: Manual de seguridad y salud en el sector Hospitales.