Psoriasis
La psoriasis es una enfermedad cutánea, de carácter inflamatorio, generalmente de curso crónico y recidivante. Cursa con remisiones y recaídas y puede persistir toda la vida o durar solo unos meses. Aunque su etiología es aún desconocida, se han descrito factores externos desencadenantes de brotes: traumatismos, infecciones, fármacos (litio, betabloqueantes, antipalúdicos, AINEs, corticoides sistémicos…), factores psicógenos, síndrome metabólico, alcoholismo, etc.
Para la valoración del paciente es importante incidir en la anamnesis en la presencia de los
factores que pueden desencadenar un brote de psoriasis.
Debe tenerse en cuenta que, en ocasiones, la incapacidad podrá estar generada no por las
lesiones cutáneas en sí mismas sino por la afectación del estado general o de otros órganos.
Lo habitual es que, en caso de que la repercusión llegue a generar una incapacidad laboral,
se trate de incapacidad temporal en períodos de exacerbación y en casos de afectación
generalizada (por ejemplo, psoriasis pustulosa generalizada tipo Von Zumbuch, psoriasis eritrodérmica).
En caso de psoriasis con mal control a pesar de la medicación, graves, extensos, muy sintomáticos o con repercusión psicológica importante documentada, que empeoran claramente
con el estrés o que sufren efectos secundarios importantes de su tratamiento sistémico, podría valorarse una incapacidad permanente, fundamentalmente para tareas en que exista
contacto con irritantes o expuestas a calor y humedad. En caso de lesiones intensas en manos
puede existir limitación para trabajos manuales de precisión.
Está indicado establecer un plazo de revisión a medio plazo de la incapacidad permanente, pues las lesiones pueden llegar a mejorar e incluso desaparecer un tiempo después de determinar la incapacidad.
Véase también[editar]
Bibliografía[editar]
VV.AA.: Enciclopedia práctica de Medicina del Trabajo. INSST.