Fibra de vidrio
Las fibras de vidrio artificiales, fibras de vidrio sintéticas o fibras minerales artificiales (FMA), conocidas bajo su denominación inglesa Man-Made Mineral Fibres (MMVFs), son compuestos de un material inorgánico fibroso derivados del vidrio de rocas y otros minerales. El uso a escala industrial de las primeras fibras de vidrio minerales comienza finalizada la II Guerra Mundial y en años sucesivos se produce una revolución en el desarrollo de nuevos productos que han ido sustituyendo y desplazando la utilización del amianto, inicialmente en Estados Unidos y posteriormente en Europa.
Efectos sobre la salud[editar]
Exposición[editar]
Los efectos sobre la salud derivados de la exposición a FMA dependen entre otros factores, de la vía de entrada, el nivel de contaminación ambiental, el tiempo de exposición, el tamaño de las partículas, la composición, la capacidad respiratoria del individuo y su ritmo de ventilación pulmonar.
En lo que respecta a la vía de entrada, la forma más habitual suele ser la vía respiratoria. Otras vías de entrada en el organismo como la dérmica suelen ser menos frecuentes, salvo que exista disolución de continuidad de la barrera epitelial. En el caso de producirse contacto dérmico, los efectos suelen ser de tipo irritativo en grado diferente dependiendo de la composición, tamaño de la fibra y de la capacidad de reacción del individuo. La vía digestiva es aún más rara, pues la ingesta de estos productos suele ser accidental o por deglución de mucosidades procedente del árbol respiratorio. Los niveles de contaminación en aire juegan un papel importante. Se entiende por transpirabilidad la relación entre concentraciones de las partículas o fibras que se encuentran en el aire y de las partículas que alcanzan los espacios alveolares. El tiempo de exposición a la contaminación atmosférica también juega un papel relevante: no es lo mismo ni se producen los mismos efectos cuando el periodo de inhalación es breve, y por tanto las partículas suelen quedarse retenidas en las vías respiratorias altas, que cuando se produce una exposición mantenida en el tiempo, lo que facilita una penetración de partículas más profunda alcanzando incluso los espacios alveolares. En determinadas circunstancias, como cuando la exposición se produce acompañada de sobrecarga física e hiperventilación, las fibras suelen alcanzar lugares más profundos del árbol respiratorio y cuando se realiza una respiración nasal las partículas suelen quedar atrapadas en las vías respiratorias altas, lo que no ocurre cuando la respiración es por la boca, incrementándose así las posibilidades de producirse depósitos alveolares.
Biopersistencia[editar]
La biopersistencia es un concepto relacionado con la capacidad de permanencia de determinados materiales en el organismo. Depende tanto de la resistencia de las fibras a ser eliminadas como de la capacidad del propio organismo para eliminarlas, por lo que el tamaño, la composición química y la dosis, ejercen un papel importante sobre el equilibrio cinético de la retención/eliminación. Las partículas o fibras de diámetro aerodinámico comprendido entre 1 y 2 µm son las que presentan mayor capacidad de depósito y permanencia a nivel alveolar. Cuando aumenta la relación entre la longitud y el diámetro de la fibra, disminuye la capacidad de depósito. Algunos autores refieren que las fibras más peligrosas serían aquellas que se presentan con una longitud superior a 8 µm y diámetro menor de 0,25 µm porque tras ser inhaladas pueden penetrar hasta las zonas más profundas del tracto respiratorio. Así, fibras largas y cortas presentan un patrón diferente a la hora de ser eliminadas, las fibras cortas son capturadas por los macrófagos quienes las someten a disolución química/lixiviación, mientras las fibras largas, especialmente aquellas que son más largas de 20 µm, son eliminadas parcialmente por los macrófagos, por lo que no se logra una eliminación total de las mismas.
Cuando la fagocitosis es incompleta, se activa un proceso inflamatorio mediante un sistema de liberación en cascada de numerosos mediadores que desencadenan fenómenos de estrés oxidativo inducido mediante especies reactivas del oxígeno y de nitrógeno -Reacting Oxigen Species (ROS) y Reacting Nitrogen Species (RNS)-, ocasionando genotoxicidad y proliferación anormal de células, incrementándose la capacidad de liberar radicales libres de peroxidación lipídica de estructuras proteicas celulares y la probabilidad de inducción de daños en el DNA. Por otra parte hay que tener en cuenta que el mecanismo de defensa mediado a través de la fagocitosis puede ser un arma de doble filo, de forma que los macrófagos pueden servir de vehículos de transporte que facilitan la diseminación de las partículas y de sus diferentes derivados a distintos puntos sensibles del organismo alejados de la puerta de entrada, especialmente cuando se ha producido una fagocitosis incompleta y persisten las fibras o sus derivados en el interior de estos.
Estudios en animales muestran que la inflamación y la fibrosis pulmonar se encuentran estrechamente relacionadas con la presencia de fibras más biopersistentes. Estos estudios también parecen indicar que la inflamación crónica, la fibrosis y los tumores se encuentran relacionados con una mayor presencia de fibras largas y finas que a la localización de depósitos de fibras cortas e isométricas. Aunque parece estar suficientemente documentado que las fibras de mayor longitud presentan mayor capacidad patogénica y que el diámetro no parece tener tanta influencia, algunos autores consideran insuficiente relacionar solo el grado de patogénesis con el tamaño y composición química de las fibras, por lo que recomiendan completar los estudios mediante test acelulares y celulares tanto in vitro como en vivo para determinar la peligrosidad de las fibras.
Bibliografía[editar]
Antonello Pietropaoli et alii: Manejo de la fibra de vidrio en entorno laboral, potenciales efectos sobre la salud y medidas de control (Revisión). Revista Medicina y Seguridad del Trabajo, tomo 61, número 240, julio-septiembre 2015.