Asma laboral
El asma laboral se define como un cuadro de obstrucción bronquial reversible al flujo aéreo asociado a una hiperreactividad bronquial, provocado por la exposición a polvo, vapores, gases o humos presentes en el lugar de trabajo. La inflamación crónica induce a un aumento en hiperreactividad de la vía aérea que provoca los episodios recurrentes de sibilancias, disnea, dificultad respiratoria, y la tos, particularmente en la noche o temprano en la mañana.
El asma es considerada la enfermedad respiratoria más frecuente de origen ocupacional en los países desarrollados. Se estima que la prevalencia de asma en la población general es de un 5-10% y, de este, un 5% puede ser de tipo laboral.
En ocasiones se hace una distinción, no siempre fácilmente discernible, entre asma laboral u ocupacional, debida a causas y condiciones atribuibles al ambiente laboral, pero no a agentes presentes fuera del lugar de trabajo, y asma agravada por el trabajo, existente previamente, que empeora ante la exposición profesional.
Criterios de posible establecimiento de una relación entre asma y trabajo[editar]
- Comienzo abrupto (en adulto sin antecedentes de enfermedades alérgicas).
- Tiende a desarrollarse al atardecer y a menudo mejora a la mañana siguiente (a veces, los síntomas son solo nocturnos, siendo el único indicio su regularidad).
- Generalmente se atenúa durante los fines de semana o vacaciones.
- Se pueden reconocer las sustancias que afectan (aunque en algunas industrias los procesos complejos liberan material que pasa inadvertido).
- Otros compañeros del trabajador presentan síntomas similares.
Actividades profesionales con riesgo de asma laboral [1][editar]
- Industria alimenticia, panadería, industria de la cerveza.
- Industria del lino.
- Procesamiento de canela.
- Elaboración de especias.
- Lavadores de queso.
- Trabajadores de silos y molinos.
- Granjeros, ganaderos, veterinarios y procesadores de carne.
- Trabajos en piscicultura.
- Industria del plástico, industria del látex.
- Industria textil.
- Industria del cuero.
- Personal sanitario, higienistas dentales.
- Trabajos con harinas de pescado y piensos compuestos.
- Encuadernadores.
- Trabajos en los que se manipula cáñamo, bagazo de caña de azúcar, yute, lino, esparto, sisal y corcho.
- Aplicación de pinturas, pigmentos etc., mediante aerografía.
- Industria del té, industria del café, industria del aceite.
- Industria de la malta.
- Procesamiento de la soja.
- Molienda de semillas.
- Manipuladores de enzimas.
- Trabajos de agricultura.
- Trabajos en avicultura.
- Industria química.
- Industria farmacéutica.
- Industria del papel.
- Industria de la madera: aserraderos, carpintería, acabados de madera.
- Personal de laboratorios médicos y farmacéuticos.
- Personal de zoológicos, entomólogos.
- Personal de limpieza.
- Construcción.
Historia clínica[editar]
La historia clínica es esencial para diagnosticar el asma ocupacional. Debe interrogarse al paciente por la existencia de síntomas bronquiales, síntomas oculares, nasales, cutáneos o de vías aéreas superiores. En muchas ocasiones, sobre todo cuando están involucrados antígenos de EPM, este tipo de síntomas preceden a la aparición del asma. Habitualmente, antes de iniciarse el período sintomático de la enfermedad existe un intervalo variable de tiempo con exposición al alérgeno, que va de pocas semanas a varios años. Por lo tanto, el diagnóstico no se debe descartar por el hecho de que un trabajador haya realizado un mismo trabajo durante años sin presentar ningún síntoma.
Referencias[editar]
- ↑ Según el Cuadro de enfermedades profesionales.
Véase también[editar]
Legislación[editar]
Bibliografía[editar]
VV.AA.: Protocolos de vigilancia sanitaria. Asma laboral. Ministerio de Sanidad y Consumo.
VV.AA.: Nota Técnica de Prevención 327. Asma ocupacional: criterios diagnósticos actuales.
VV.AA.: Enciclopedia práctica de Medicina del Trabajo. INSST.