Mascarilla quirúrgica
La mascarilla quirúrgica es un producto sanitario que cubre, al menos, nariz y boca, proporcionando una barrera para minimizar la transmisión de agentes infecciosos procedentes de la persona que la lleva puesta. Adicionalmente, esta mascarilla puede proporcionar al usuario protección frente a salpicaduras de fluidos potencialmente contaminados.
La finalidad principal de la mascarilla quirúrgica es la de proteger a un paciente en un quirófano u otro entorno médico de los agentes infecciosos que potencialmente pudieran transmitir a través de boca o nariz los miembros del equipo quirúrgico. También, en determinadas circunstancias, protegen a su portador contra salpicaduras de líquidos que puedan estar contaminados.
Las mascarillas quirúrgicas pueden estar previstas también para que los pacientes y otras personas las lleven puestas para reducir el riesgo de propagación de infecciones, particularmente en situaciones epidémicas o pandémicas.
Al contrario que las mascarillas que entran en el grupo de equipos de protección respiratoria, la mascarilla quirúrgica no está considerada como EPI.
Requisitos generales[editar]
La mascarilla quirúrgica se compone generalmente de una capa que actúa como filtro y dos capas de tela que recubren a la primera. En su diseño y selección de materiales se debe tener en cuenta la limpieza y la resistencia contra desintegración, ruptura o rasgado durante su uso previsto.
La mascarilla quirúrgica debe estar dotada de un medio por el cual se pueda ceñir estrechamente sobre nariz, boca y barbilla de su portador.
Además de lo anterior, podrán tener características adicionales, como escudo facial (con o sin función antiniebla) o puente nasal.
Requisitos de funcionamiento[editar]
Las mascarillas quirúrgicas deberán superar unos valores límite establecidos en la Norma UNE-EN 14683:2019+AC para las siguientes características:
- Eficacia de filtración bacteriana.
- Respirabilidad.
- Resistencia a las salpicaduras.
- Limpieza microbiana (carga biológica).
- Biocompatibilidad.
Clasificación[editar]
La mascarillas quirúrgicas se dividen en dos tipos (I y II) de ecuerdo con su eficacia de filtración bacteriana, y el tipo II se subdivide a su vez dependiendo de si la mascarilla es resistente o no a las salpicaduras. La letra "R" significa "resistente a las salpicaduras".
Las mascarillas del tipo I se deberían utilizar solamente por pacientes y otras personas para reducir el riesgo de propagación de infecciones, particularmente en situaciones epidémicas o pandémicas. No están previstas, por consiguiente, para su uso por profesionales sanitarios en un quirófano o en otro entorno médico con requisitos similares.
En los envases de las mascarillas quirúrgicas debe aparecer marcado el tipo correspodiente junto al número de la norma (UNE-EN 14683:2019+AC).
Ensayo | Tipo I | Tipo II | Tipo IIR |
---|---|---|---|
Eficacia de filtración bacteriana (BFE) (%) | ≥ 95 | ≥ 98 | ≥ 98 |
Presión diferencial (Pa/cm²) | < 40 | < 40 | < 60 |
Presión de resistencia a las salpicaduras (kPa) | No requerido | No requerido | ≥ 16,0 |
Limpieza microbiana (ufc/g) | ≤ 30 | ≤ 30 | ≤ 30 |
Precauciones en su uso[editar]
- No tocar con los dedos/ manos el cuerpo de la mascarilla.
- Desinfección de las manos después de su retirada.
- La mascarilla debe cubrir la nariz y la boca de su usuario.
- Desechar cuando no sea necesaria o entre la ejecución de dos procedimientos. Cuando exista una necesidad adicional de protección, el usuario se debería poner una mascarilla nueva.
Véase también[editar]
Bibliografía[editar]
UNE-EN 14683:2019+AC, Mascarillas quirúrgicas. Requisitos y medios de ensayo.