Lumbalgia
La lumbalgia es una contractura dolorosa y persistente de los músculos que se
encuentran en la parte baja de la espalda, específicamente en la zona lumbar, siendo muy
común en la población adulta. Esta contractura es de etiología multicausal. Una vez instaurada, se produce un ciclo repetido que la mantiene debido a que los músculos contraídos comprimen los pequeños vasos que aportan sangre al músculo, dificultando así la irrigación sanguínea y favoreciendo aún más la contractura, dificultando su recuperación.
Según un criterio bastante extendido, si el dolor dura menos de tres meses se considera agudo, mientras que el dolor crónico corresponde a un dolor que supera los tres meses de duración y puede causar incapacidades severas para quien lo padece.
Fisiopatología[editar]
Suele manifestarse en personas que están sometidas a sobrecargas continuadas de la musculatura lumbar, ya sea por su actividad laboral o por otros motivos no laborales.
También existen personas que en su actividad laboral permanecen largos periodos de tiempo sentados en mala posición o bien mantienen posturas forzadas prolongadamente.
La lumbalgia puede ser causada también por un traumatismo intenso, como un accidente o como un esfuerzo muscular importante en donde se pueden lesionar las estructuras blandas o duras de la columna. Otra causa puede ser por trastornos degenerativos de la columna lumbar como la artrosis de las vértebras lumbares, la discopatía o protrusiones discales, las cuales pueden favorecer la aparición de contracturas en la zona.
Síntomas y signos[editar]
El principal síntoma es el dolor en la parte baja de la columna (región lumbar) y el aumento del tono muscular y rigidez (dificultad para la mover el tronco). El dolor aumenta a la palpación de la musculatura lumbar y se perciben zonas contracturadas. Este dolor comprende el segmento lumbar con o sin dolor en los glúteos y las piernas, el cual en general es difícil de localizar. Otras veces el dolor puede extenderse hacia la musculatura dorsal, aumentando la rigidez de tronco. El dolor agudo se puede presentar como un dolor lumbar simple (95% de los casos), causado por compresión de una raíz nerviosa (< 5% de los casos), o secundario a una patología lumbar (< 2% de los casos). En muchas ocasiones, el dolor no es específico y el diagnóstico preciso no es posible de realizar en la etapa aguda.
Medidas preventivas[editar]
- Es importante evitar el esfuerzo lumbar frecuente, no mantener de manera prolongada una postura forzada y si la actividad laboral lo demanda, intentar cambiar de postura periódicamente.
- En el caso que la tarea demande manipulación manual de cargas, ésta deberá minimizar la exigencia física y evitar la exposición a esta tarea por largos periodos.
- En puestos de trabajo sentados es importante mantener posturas adecuadas y alternar con la postura de pie a lo largo de la jornada.
- El acondicionamiento y entrenamiento muscular es muy importante en la estabilidad de la columna lumbar.
- En la reincorporación laboral, después de un periodo de baja, se deberá tener especial cuidado en no mantener posturas forzadas de columna.
Tratamiento[editar]
- Es importante considerar si el lumbago es agudo o crónico y de ser posible determinar el origen y grado de la lesión.
- En la fase aguda se deberán indicar:
- Movilizaciones suaves con calor seco local.
- Los medicamentos que pueden aliviar los síntomas son analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares.
- En la fase crónica se indicarán otras medidas, tales como:
- Reposo, ejercicios de estabilización lumbar, terapia manual, técnicas de relajación y el entrenamiento de posturas correctas.
- Algunas alternativas de fisioterapia dentro del tratamiento del dolor lumbar son el ultrasonido, las corrientes interferenciales y estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS).
- El reposo en cama no es muy efectivo, por lo que se recomienda mantener una actividad mínima controlada.
- Es importante cuidar el sobrepeso y realizar ejercicio de forma frecuente y dirigida.
Véase también[editar]
Bibliografía[editar]
VV.AA.: Enciclopedia práctica de Medicina del Trabajo. INSST.