Desfibrilador
Un desfibrilador externo es un dispositivo de fácil manejo para una persona mínimamente entrenada, que permite un análisis automático de la actividad eléctrica del corazón, la carga automática del aparato si el análisis es positivo, y la administración de una descarga eléctrica de intensidad apropiada. El desfibrilador emite mensajes que instruyen en todo momento a la persona que lo utiliza sobre lo que debe hacer: si debe proceder a administrar la descarga (en desfibriladores semiautomáticos) o si ha de continuar con las maniobras de resucitación cardiopulmonar.
Su utilidad es incuestionable ante una fibrilación ventricular (actividad caótica del corazón sin latido eficaz, primera causa de parada cardiorrespiratoria). El uso del desfibrilador reestablece el latido normal del corazón a través de un choque eléctrico, único tratamiento efectivo conocido en caso de fibrilación ventricular. El tiempo que pasa desde la aparición de los síntomas de fibrilación hasta la aplicación del desfibrilador es muy importante: las posibilidades de obtener una reanimación exitosa se reducen un 10% por cada minuto que tardemos en desfibrilar.
La mayoría de los desfibriladores externos existentes en la actualidad son semiautomáticos (DESA), aunque es común que aparezcan con las siglas DEA, que correspondían a los automáticos, los cuales empezaron a caer en desuso por los riesgos generados al socorrista (no había aviso previo de las descargas).
Secuencia de uso del desfibrilador externo[editar]
- Proteger el lugar, garantizando la seguridad de la víctima y del socorrista.
- Alertar al servicio de emergencias (112).
- Comenzar las maniobras de resucitación cardiopulmonar hasta que dispongamos del desfibrilador.
- Encender el desfibrilador.
- Colocar los parches en el torso desnudo del paciente, tal y como indican los dibujos: uno, en la parte derecha del tórax, bajo la clavícula, junto al esternón, y el otro, en la parte izquierda, bajo el pecho, en la zona de las costillas.
- Seguir las instrucciones del aparato.
- Es importante que nadie toque al paciente mientras el desfibrilador analiza el ritmo.
- Seguir al pie de la letra las indicaciones proporcionadas por el aparato.
- Si nos indica que hemos de administrar una descarga, nos cercioraremos de que nadie toca al paciente antes de dar al botón, y reanudaremos la RCP.
- Si no está recomendada la descarga, continuaremos con maniobras de RCP durante dos minutos, tras los cuales el desfibrilador volverá a analizar el ritmo cardíaco.
- Continuar con las técnicas de reanimación hasta que la víctima respire con normalidad, abra los ojos o se mueva, un profesional sanitario nos lo indique, o nos encontremos agotados.
Véase también[editar]
Bibliografía[editar]
Marina Antúnez Estudillo, Mª Dolores Solé Gómez: Nota Técnica de Prevención 1062. Primeros auxilios: soporte vital básico en el adulto.